La Salud Mental Juvenil y el Duelo Llegan a la Pantalla Grande con ‘El Otro Hijo’

✍🏻 Litza Alarcón [ @litzalarcon ]

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📽 Este jueves se estrena en Colombia ‘El otro hijo’ la película del director Juan Sebastián Quebrada que acaba de recibir el premio a Mejor Película por parte del jurado y una mención de honor del prestigioso medio especializado The Hollywood Reporter en el Alice nella Città, la sección autónoma de la Fiesta del Cine de Roma dedicada a los jóvenes y a los descubrimientos.

📽 El jurado destacó el trabajo de su protagonista Miguel González, quien encarna al hermano de otro adolescente que pierde la vida en una fiesta, en esta película que invita a hablar de la salud mental de los jóvenes, del manejo del duelo y de la necesidad de seguir adelante. 

La película, producida por el también director Franco Lolli y su socia Capucine Mahé, de Evidencia Films, acumula un nuevo logro antes de su llegada a las carteleras de cine colombiano este jueves 2 de noviembre, durante su participación en el festival Alice nella Città en Roma, y que se suma a ser la representación por Colombia en los Premios Goya 2024.

Sin embargo, el verdadero valor de la película, que se estrenó mundialmente en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián e hizo parte de la competencia oficial del Festival Internacional de Cine de Biarritz y del Festival de Río de Janeiro, es su tratamiento valioso sobre la salud mental en los adolescentes y el manejo del duelo desde una figura que poco es tenida en cuenta durante estos procesos: ‘el otro hijo’.

Este personaje es Federico, interpretado por el actor Miguel González y sobre cuya interpretación el jurado del festival Alice nella Città aseguró que: “cada uno tiene su propia manera de hacer el duelo. Y muchas veces es complejo, diferente para cada uno, a veces incomprensible. Por la sensibilidad y madurez con la que describió lo que significa volver a vivir después de perder a un ser querido, la mención de Roma al mejor actor de The Hollywood Reporter es para el jovencísimo Miguel González”.

Este joven talento lleva sobre sus hombros gran parte de la historia, con este personaje que no necesita romper en llanto y gritar para expresar lo mucho que está sufriendo por la muerte del hermano al que tanto admiraba, y que intenta continuar con su vida a pesar del inmenso dolor en su ser y en su entorno. Este dolor es producido por la muerte de su hermano Simón, a quien da vida Simón Trujillo, hijo de los reconocidos actores Diego Trujillo y Tatiana Rentería.

Después de interpretar a sus respectivos personajes, ambos actores reconocen que la salud mental, en particular en la juventud, es un tema de conversación que no puede parar y que la película hace un gran aporte a este diálogo.

“Pone sobre la mesa el tema de la salud mental en los jóvenes, la soledad silenciosa que puede llegar a enfrentar un adolescente, pasando por las relaciones interpersonales, el consumo y el no saber cómo pedir ayuda”, asegura Miguel, quien agrega que esta película del director Juan Sebastián Quebrada “nos pone a pensar y nos deja con una reflexión sobre lo atormentante que puede llegar a ser la realidad de alguien, y como esta puede desencadenar en decisiones sumamente trágicas”.

Miguel destaca también que la película deja un mensaje emotivo: “El dolor al final es amor. El dolor de perder a alguien es el amor que sentíamos por esa persona, ese mismo amor que permite apoyarse, escucharse y aprender que, después del sufrimiento, solo queda seguir adelante, recordando, viviendo y amando”.

El actor también es contundente en afirmar que otra gran enseñanza que le dejó la película es que “la muerte o el dolor en general, de alguien más, no puede recaer en uno. Cada quién es responsable de su sufrimiento, de sus decisiones, e incluso de su propia muerte. Uno no puede cargar con ello, solo nos corresponde vivir nuestra propia vida”.

Por su parte, Simón Trujillo, quien interpreta al hermano fallecido, expresa que “mi personaje aparentemente es feliz, siempre intenta que todos a su alrededor estén bien, pero por dentro tiene dolores y cosas que resolver, por eso lo asocio mucho conmigo” y asegura que la película le dejó una importante enseñanza: “valorar el tiempo con las personas que nos quieren y vivir en el hoy, en el presente porque en cualquier momento, algo puede pasar y por eso hay que vivir… vivir y nada más”.

Confiesa que Simón representó un reto muy difícil que lo llevó a transitar por muchas emociones que iban desde la felicidad, la tristeza, la rabia y la incertidumbre. Algo similar describe la también actriz Jenny Nava, que le da vida a Clara, la madre de los dos adolescentes.

“Mi personaje es una representación del dolor y de las diferentes emociones que un ser afronta ante una pérdida. En este caso, la muerte de un hijo, más aún cuando existe la pregunta de si esta es producto de un suicidio, como en El otro hijo” y recalca la importancia de hacer un acompañamiento a los hijos mientras transitan por las diferentes etapas de su vida: “La película nos muestra una realidad familiar, cuando los hijos se abren al mundo, en su despertar a la sociedad y a la independencia, momento en el que más requieren de un acompañamiento consciente, pedagógico y psicológico”, asegura Jenny, quien comparte que una experiencia de su vida la ayudó en la creación de su personaje.

“La muerte es una realidad. En mi caso, sufrí un duelo familiar y con ayuda de mi personaje liberé mucho dolor. La película nos muestra la realidad de la muerte y sus facetas y como lograr vivir con un duelo. No se trata de olvidar ni de superar sino de aprender a sobrellevar”.

El Otro Hijo es una producción de Evidencia Films, en coproducción con Vaya Films, RTVCPlay, Geko Films (Francia) y Le Tiro (Argentina); con el apoyo del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, Proimágenes Colombia, Programa Ibermedia, INCAA (Argentina), Aide aux Cinémas du monde (Francia), Región Île de France (Francia); en asocio con EFD Colombia, Cinestesia y Tresmilmundos Cine; con la participación de Dago García Producciones y Caracol Televisión. 

Sobre salud mental

Retomando las palabras de Miguel Hernández, protagonista de El Otro Hijo, sobre el cómo demostrar a los demás el valor que representan en nuestras vidas puede cambiar la forma de ver las cosas y ayudar a prevenir situaciones desesperanzadoras, es importante destacar que la conducta suicida es un tema complejo que involucra a varios sectores de la sociedad, por lo que las acciones preventivas deben ser coordinadas e integradas. 

Existen muchos estudios análisis sobre el suicidio, considerado como un problema de salud pública:

Análisis de las cifras sobre suicidio e intento de suicidio infantil en Colombia en el periodo 2015 y julio de 2022’, el cual fue realizado por la Alianza por la Niñez Colombiana, World Vision Colombia y la Defensoría del Pueblo, basado en las cifras publicadas por el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMLCF) y el Instituto Nacional de Salud – INS, a través del SIVIGILA.

Según la Clasificación Internacional de Enfermedades – CIE, de la Organización Mundial de la Salud – OMS (1993), del Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM-5) y de la Asociación Psiquiátrica Americana (APA), la conducta suicida se considera un síntoma de un malestar o trastorno emocional o mental y no representa un diagnóstico en sí mismo y, en consecuencia, se debe revisar la presencia de otros síntomas emocionales o comportamentales que en conjunto hagan parte de su diagnóstico.

Cada año, cerca de 703.000 personas se quitan la vida y muchas más intentan hacerlo. Todos los casos son una tragedia que afecta a familias, comunidades y países y tienen efectos duraderos para los allegados de la víctima. Puede ocurrir a cualquier edad, y en 2019 fue la cuarta causa de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años en todo el mundo.

Cada caso de suicidio es una tragedia que afecta gravemente no sólo a los individuos, sino también a las familias y las comunidades. Cada año, más de 703.000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos. Desde que la OMS declaró al COVID-19 como una pandemia en marzo de 2020, más individuos experimentan pérdida, sufrimiento y estrés. Centrarse en la prevención del suicidio es especialmente importante para crear vínculos sociales, promover la toma de conciencia y ofrecer esperanza.