✍🏽 Redacción Escribe Germador [@germador_]
📸 Dora Barrera [@doramar1010]
📍 Bogotá, Colombia
El 2020 llegó arrasando, nunca pensamos que sería un año tan desgarrador, triste, ansioso y en ocasiones depresivos, fueron más momentos de incertidumbre que de tranquilidad y todo esto se resume a que el 2020 nos enseñó a ser guerreros y enfrentar la vida tal y como se nos presente.
Fue un año de pérdidas, de amores fugaces, de amistades efímeras, de vendavales, de descontentos y en pocas palabras el mundo dejó de ser un lugar para estar, para convertirse en un sitio para sobrevivir. Es una situación que desgarra el corazón, y ansia el alma, sin saber qué deparará en el futuro; sin tener conocimiento cómo quedará el mundo cuando cerremos los ojos y despertemos de este sueño, o quizás para otros de esta pesadilla.
Este año nunca será olvidado, este año tal vez será definido como el grupo de acontecimientos que marcaron la historia, una mitad de una carretera donde vemos la vida pasar como una ráfaga, o donde podemos marcar la diferencia para que la vida nos pase como una producción cinematográfica, esa respuesta la tenemos en nuestras manos.
Cambiemos esa historia, y sí, está bien llorar, entristecerse, e incluso maldecir con rabia, pero lo que no está bien es que ese sentimiento se apodere de nuestro ser, ya que somos luz, somos un tesoro y el sol alumbra nuestros pasos, y tú eres importante para nosotros.
Esta noche abrámonos para recibir y estar cerca de la luz de las velas, el calor de nuestros seres amados y la paz de estar en el hogar. Construyamos nuestra vida basándonos en la esperanza, en la fe y en la oferta que produce cada situación vivida. Aceptemos cada adversidad y hagamos lo posible para que todo obre para bien. Hagamos del amor nuestro mundo, y del poder nuestra fuerza para superar lo que parece insuperable, porque hoy nos unimos en clamor y encendemos esta velita como forma de revolución.





