El Minuto Más Largo de la Televisión Colombiana, El Minuto de Dios Cumple 70 Años al Aire

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✍🏻 Clara Inés Estévez

📸 Archivo personal

📍 Colombia

Colombia conmemora siete décadas de un legado espiritual, social y mediático sin precedentes. En 1955 se emitió por primera vez en la televisión El Minuto de Dios, un espacio que se ha mantenido en el corazón de los colombianos, sembrando esperanza y promoviendo la fe a través de un formato breve, pero profundamente transformador.

El Siervo de Dios Padre Rafael García Herreros, sacerdote eudista, fue el creador de este proyecto, impulsado por una visión adelantada a su tiempo. Encontró en los medios de comunicación una poderosa herramienta para amplificar la Palabra de Dios a lo largo y ancho del país. En 1946, García Herreros ya había incursionado en los medios con un espacio radial llamado La Hora Católica, transmitido por la emisora Radio Fuentes en la ciudad de Cartagena.

«Su experiencia con La Hora de Dios le llevó a entender que la audiencia no aguantaba mucho tiempo escuchándolo simplemente hablar, y entonces comenzó a pensar en un programa tan corto que no le diera tiempo a la gente ni de pararse de la silla para cambiar el dial. Así nació la idea de El Minuto de Dios«, cuenta el Padre Diego Jaramillo Cuartas, CJM, presidente de El Minuto de Dios.

El 15 de octubre de 1954, una sugerencia del Padre Francisco Jaramillo en Medellín caló hondo en el Padre Rafael: “Ahora que te trasladas a Bogotá, no olvides aprovechar la televisión”, le dijo. En efecto, este poderoso medio de comunicación había llegado a Colombia el 13 de junio de ese año, como parte de la celebración del primer aniversario del ascenso de Gustavo Rojas Pinilla a la presidencia.

Ya en Bogotá, el Siervo de Dios fue invitado a participar en el programa Fantasía Navideña y, posteriormente, en los programas El artista y su obra y Nuestro pan de cada día. Con ello, se le abrieron las puertas de la televisión y, al comenzar el año siguiente, con la recomendación del Presidente de la República, obtuvo el espacio que caracterizaría su obra.

El 10 de enero de 1955, apenas seis meses después de la llegada de la televisión a Colombia, se emitió por primera vez El Minuto de Dios. Su mensaje, inicialmente transmitido por radio, encontró en la televisión un canal poderoso para llegar a millones de hogares con un minuto diario de reflexión, espiritualidad y compromiso con los más vulnerables.

Casi tan antiguo como la televisión colombiana, El Minuto de Dios dejó de ser solo un programa para convertirse en una tradición arraigada en la vida de millones de colombianos. Cada noche, justo antes del noticiero de las 7:00 p.m, su inconfundible introducción sigue marcando un alto en la rutina: un instante para la fe y la reflexión.

👉🏻 El Siervo de Dios, la cruz y un reflector

Cuando el Padre García Herreros inició El Minuto de Dios, deseaba convertirlo en una cátedra que anunciara a Jesucristo. Por ello, en su escenografía siempre ha aparecido una cruz. En una ocasión, el estudio de televisión desde donde se transmitía estaba ocupado y hubo que improvisar.

Según cuenta el Padre Diego Jaramillo, CJM, “un obrero cortó dos ramas de árbol y las amarró con un alambre. Pero, como en el travesaño horizontal uno de los brazos era más grueso que el otro, el lado más pesado se fue inclinando hasta tomar la forma actual. Esa cruz se convirtió en el símbolo de este programa y de esta obra que nos acompaña desde entonces”.

Durante 38 años, el Siervo de Dios Padre Rafael García Herreros dirigió el programa. Sin embargo, poco a poco, el rostro del Padre Diego Jaramillo comenzó a hacerse visible ante la audiencia: “En el año 1959 reemplacé un par de veces al Padre Rafael, y ya en 1967 comencé a hacer el programa todos los martes. En 1992, tras su fallecimiento, comencé a hacerlo todos los días”, recuerda.

Además del Padre Rafael y el Padre Diego, varias voces han llevado el mensaje de El Minuto de Dios a través de la pantalla. Sacerdotes como el Padre Arturo Echeverri —quien asumió el programa algunos días de la semana durante la década de 1970— o el Padre Camilo Bernal, con más de 50 emisiones, han sido parte de esta historia de fe.

👉🏻 Un minuto de palabra, 70 años de obra

Los reflectores, las cámaras y la amplia visibilidad mediática abonaron el terreno para lo que sería la semilla que transformaría la vida de millones de colombianos. Pocos días después de salir al aire, la Beneficencia de Cundinamarca ofreció al Padre Rafael patrocinar el espacio con un aporte de $1.500 pesos mensuales.

Cuando recibió el primer pago, llevó al programa a tres familias entre las cuales repartió el dinero. El gesto desató una ola de generosidad, pues con el paso de los días llegaban más y más aportes. Estos recursos permitieron, tiempo después, iniciar la construcción de viviendas. Con la donación de una fanegada de terreno en lo que entonces era el pueblo de Engativá, comenzó la construcción del barrio El Minuto de Dios”, recuerda el Padre Diego Jaramillo.

La historia que comenzó en la radio y la televisión se materializó en el barrio a través de proyectos de vivienda para familias en situación de pobreza. Luego siguieron iniciativas educativas para sus hijos, talleres de trabajo solidario para generar ingresos, vida espiritual en la parroquia para fortalecer la comunidad, la creación de una cooperativa para brindar servicios, además de expresiones artísticas, culturales y mucho más. Hoy, su impacto se extiende a todos los rincones de Colombia.

👉🏻 El futuro de El Minuto de Dios

Con más de 18.000 emisiones en siete décadas, El Minuto de Dios se consolida como el programa más longevo en la historia de la televisión colombiana. Hoy, su voz no solo resuena en la televisión, sino que también se expande a través de redes sociales, YouTube y aplicaciones móviles, conquistando nuevas audiencias y acercando su mensaje a quienes buscan esperanza en el mundo digital.

«El Minuto de Dios existe para hablar de Dios y servir a los pobres. Queremos hacer convergencia, integrar todas nuestras redes y seguir evangelizando a través de los nuevos medios digitales. La meta no es solo adaptarse, sino expandirse: llevar el mensaje a cada rincón donde haya una pantalla, una conexión y un corazón dispuesto a escuchar. El Minuto de Dios no es pasado, es presente y, sin duda, es futuro«, aseguró el Padre Camilo Bernal Hadad, CJM.

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