✍🏼 Germán Malaver [@german_malaver]

📸Dora Barrera [@doramar1010]

📍 Armenia, Quindio

Hoy sentado frente a la ventana, oyendo Empire of the Sun de fondo, disfrutando de los rayos del sol que calientan mis sueños, tomando un vaso de agua, y pensando en mi bella tejeDORA. Me enfoco en mi ser espiritual, creo que ya he crecido lo suficiente para entrar en razón y darme cuenta que, las personas no son valiosas por lo que poseen, sino por su esencia.

Han sido años de muchas alegrías, pero claro está, que también he llorado una que otra vez, pero estoy seguro que de eso se trata la vida, de aprender a ser humanos. Algunas veces despojándome de cosas innecesarias, pienso por ratos que estoy loco, por el valor de desnudarme frente al mundo y reconocer que sin el CREADOR mi vida no sería tan plena.

Desde hace algunos años, me habían animado a que creara un blog o una página web, para que así pudiera expresarme libremente y poder trascribir historias que veo constantemente a través de las vivencias de mi prójimo; y la verdad siempre esquivé esa posibilidad, tal vez por miedo al qué dirán o también porque no tenía esa fuerza que me animara a hacerlo realidad, y siempre me escondí en excusas. Pero creo que ya llegó ese tiempo, en vez de encubrirme a través del temor, me escudo en el poder del amor que produce cada historia que veo a mi alrededor.

Y esta decisión no sería posible sin personas importantes, que a lo largo de mi vida han acompañado mi viaje, mencionaré a algunos: Janeth Gamboa, mis tías, mi abuelito, mi abuelita que hace 15 años se convirtió en mi estrella y lo mejor no es fugaz, a mis primos, a mi tejeDORA que sin querer queriendo entrelazó mi vida y penetró mi corazón, a cada uno de ustedes que hacen que Escribe Germador cada día crezca y por supuesto al CREADOR que su tiempo es perfecto y su sabiduría es infinita. Hoy, esta entrada la nombré El Mar de la Gratitud porque la verdad no tengo palabras para expresar lo que siente mi corazón al ver que tengo amigos y amigas como cada lector y lectora, que se han convertido en parte de mi familia y que tengo una familia que puedo llamar cómplices de aventuras. Y llamé así esta entrada, porque el mar es amplio y muy azul… azul sereno, azul tranquilidad, azul calma, así como tú que estás leyendo esta publicación, que eres una bendición para mi vida, y hoy sólo puedo decir ¡gracias!, y siempre estaré a(su)lado como el cielo, o como el mar.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here